Toda la vida he sentido una vocación por no solo emprender y superar la adversidad necesaria para alcanzar X meta sino para documentar el camino e inspirar a quienes también están en búsqueda de un empujoncito en su proceso.
Vivo para enseñar y compartir mis conocimientos y si eso puede sembrar una semilla que luego germina en algo gigante dentro de la mente de algún creativo latinoamericano pues me daré por bien servido.
Sin embargo no me venía sintiendo cómodo con mi formato, algo que creo que sienten todos los que alguna vez se han atrevido a crear contenido de cualquier tipo han sentido. Hablándole a la cámara mientras compartía recursos me hacía sentir uno más de ellos, de esa gente a la que siempre le he huido, la exageración del “marketer”, el personaje caricaturesco que crean todos estos “gurús” de emprendimiento me producen náuseas, su hambre por vender se vuele a kilómetros y ese discurso de valor disfrazado de embudo de ventas barato solo no va conmigo.
Entendí que donde me siento cómodo es charlando, conversando, preguntando lo que mi niño interior quiere saber. Entendí que fuera de hablar también tengo una enorme pasión por escuchar a quienes me inspiran, mis amigos, colegas y colaboradores, las personas que han forjado un camino para otros creadores en Latinoamérica. Los que mantienen la llama de lo que nombran “cultura” encendida.
Junto a The Blvckout Media, la productora audiovisual detrás de este proyecto estamos trabajando para crear el mejor podcast de Colombia en calidad audiovisual y después de 15 capítulos lanzados sigo trabajando para traer cada vez mas valor a ustedes, esta audiencia hermosa que me presta sus oídos y decide escuchar a este loco hablar con sus amigos por mas de 1 hora en cada capítulo.
Esta aventura me ha traído nuevos retos, me ha sacado de mi zona de confort y me ha obligado a aprender habilidades que jamás pensé tener que desarrollar. No les voy e mentir, me asusta. Me asusta saber que cada vez mas la audiencia crece y con ella deben mejorar mis habilidades como comunicador.
Por más natural que quiero que aparezcan las charlas ser un buen host no es solo sentarse a echar chachara, son pausas, manejo del tono, acentuaciones, dar espacios para que el entrevistado hable con comodidad y fuera de eso tener la habilidad de empatizar lo suficiente para que sea orgánico y dentro de esa fluidez salgan esas joyas que tanto estoy buscando, las gemas que nos inspira a todos a levantarnos de la cama y ejecutar.
Este podcast si les soy honesto fuera de querer llevar valor a esta comunidad en búsqueda de respuestas inició como consuelo para mi niño interior, ese Lucho de 16 años que soñaba con crear, con ser independiente y vivir de sus pasiones.
Ese lucho no encontraba las respuestas que buscaba, miraba a mi alrededor y no existían referentes o recursos provenientes de latinoamérica que encapsularan lo que realmente quería escuchar, quería liberarme de la ansiedad, entender cómo otros lo habían hecho para eso adaptarlo a mi propio camino, tener una referencia para saber si iba bien o iba mal, entender en que estaba faltando.
Nada está escrito es un homenaje a ese niño hambriento por respuestas y espero que en el encuentren lo que ustedes necesitan para empezar a construir sus cimientos y establecer su imperio.
Gracias a los que me preguntan, a los que escuchan, a los que me dejan mensajes por DM, en youtube y en Tik tok, elegí un camino difícil, desnudar las ideas de uno y dejarlas a la opinión externa solo lo hacen los dementes y por eso GRACIAS a los curiosos, a los que no duermen por andar soñando despiertos. Si se puede y no están solos.
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